La FIFA presenta su plan 2.0: el futuro del fútbol

El presidente y nuevo líder de la FIFA, Gianni Infantino, presenta su plan de gestión para revolucionar el fútbol del futuro: mayor inversión en el fútbol, futbolistas y fans, impulso del fútbol femenino, innovación tecnológica y control directo de las operaciones comerciales

“Como líderes de este deporte necesitamos volver a ser un poco más aficionados y menos políticos”. Con esta declaración de intenciones y una revolución en mente tomaba el italiano Gianni Infantino, el pasado 29 de febrero, las riendas de la FIFA. Ocho meses le han bastado para enfriar una silla que pasó del fuego dejado por Joseph Blatter (suspendido por corrupción) a las brasas que ha mantenido temporalmente el camerunés Issa Hayatou, cuya presidencia duró 4 meses en espera del relevo prometido.

Gianni Infantino es el hombre que debe dirigir el ente más importante del fútbol mundial en los próximos años y el que ha presentado, en el último Congreso de la FIFA celebrado en octubre, una auténtica revolución,  una hoja de ruta que ha bautizado como FIFA 2.0: el futuro del fútbol. Sus ideas parten de la total transparencia para recuperar la confianza en la Federación Internacional de Fútbol y, a partir de ahí, construir un futuro que tenga en cuenta a todos los que han hecho y hacen de este deporte un fenómeno de masas a nivel mundial.

“Necesitamos a los jugadores y a los fans porque el fútbol sin ellos no es nada. Creo que estos dos elementos se han descuidado demasiado tiempo y es hora de cambiarlo”, dijo Infantino en su toma de posesión del cargo. Después, dejó la corbata colgada de una percha en su despacho, para las reuniones formales,  y puso varias equipaciones de fútbol en la maleta para recorrer los cinco continentes y ver con sus propios ojos las necesidades que hay.

Esas necesidades pasan por que las 211 federaciones que componen la FIFA se sientan respaldadas por igual sean del país que sean, por que se empiece a invertir en el fútbol femenino y por atender a las categorías inferiores.

EL PROGRAMA FORWARD

El presidente de la FIFA se ha propuesto invertir 4.000 millones de dólares en el desarrollo del fútbol durante los próximos 10 años a través de las 211 federaciones miembro, mediante el programa Forward y otras iniciativas de financiación. El programa Forward garantiza que cada federación dispondrá de 750.000 dólares al año para proyectos de infraestructura, competiciones y fútbol femenino; además de 500.000 dólares adicionales para gastos operativos en el ámbito de la administración y la gobernanza.

Aquellas federaciones que lo necesiten accederán a más ayudas, que irán desde equipamiento futbolístico y programas de formación hasta sumas de un millón de dólares para cubrir gastos de viaje y garantizar así la participación de los equipos femeninos y juveniles en las competiciones internacionales. También se incrementa el apoyo económico a las seis confederaciones para incentivar el desarrollo del fútbol en sus respectivas áreas geográficas: de los 22 millones de dólares que percibían ahora cada 4 años, pasarán a recibir 40 millones.

Hacer un Mundial más abierto al mundo es otra de las iniciativas del presidente. “Hay que aumentar el Mundial a 40 equipos, dar la oportunidad a 8 países más de participar en el torneo estrella de la FIFA y, de paso, a muchos países más la posibilidad de disputar las fases de clasificación de un modo más sólido. No todos los países pueden ir a un Mundial, algunos ni siquiera soñarán con estar ahí, ya sean jóvenes, absolutos, hombres o mujeres, pero también tienen que jugar”, explica Infantino.

MÁS FUTBOLISTAS, MÁS MUJERES

También se ha propuesto, como resultado de su estrategia, incrementar la participación total en el fútbol del 45% al 60% de la población mundial, a todos los niveles (futbolistas, entrenadores, árbitros y afición). Y, en un plazo de 10 años, duplicar hasta los 60 millones el número de mujeres que juegan al fútbol en todo el mundo mediante el desarrollo y ejecución de una estrategia que convierta el fútbol femenino en un deporte de masas, a semejanza de lo que es el masculino. Para ello, la FIFA ayudará a sus federaciones miembro con una dotación de hasta 315 millones de dólares para incentivar la organización de ligas femeninas juveniles y profesionales.

Infantino ha puesto al frente de la dirección del fútbol femenino a la neozelandesa Sarai Bareman, quien tras ser responsable financiera de la Federación de Fútbol de Samoa y responsable de operaciones de la Confederación de Fútbol de Oceanía, fue la única mujer que formó parte de la Comisión de Reformas de la FIFA 2016.

Fatma Samoura * Foto: fifa.com

El brazo ejecutor de la profunda restructuración que está llevando a cabo el dirigente italiano también tiene nombre de mujer. La diplomática senegalesa Fatma Samoura es la primera mujer que ocupa el cargo de secretaria general de la FIFA y quien le ayudará a dar ese giro hacia la transparencia. La organización se estructura ahora en dos bloques diferenciados: uno para generar ingresos comerciales y realizar el trabajo administrativo, y otro centrado en el desarrollo del fútbol y organización de competiciones.

CAMBIOS EN LAS OPERACIONES COMERCIALES

La Copa Mundial es la competición más emblemática de la FIFA y la que recibirá mayores cambios. Para empezar, en la gestión de la venta de entradas, que controlará directamente la Federación Internacional para establecer una relación más estrecha con los aficionados y maximizar al máximo los beneficios de taquilla. Se ha creado un grupo de trabajo que implementará los cambios de cara al Mundial FIFA de Qatar 2022. La gestión de la competición recaerá también en manos de la propia FIFA y no del personal del país organizador como pasaba hasta ahora. Y finalmente, el proceso de selección de federaciones candidatas a organizar el Mundial también será revisado para garantizar esa transparencia en la que tanto insiste la nueva directiva de Infantino.

EL ANÁLISIS DE NUESTRO ESPECIALISTA EN FÚTBOL

Oliver Seitz, especialista en football business development y director académico del FC Barcelona Máster in Football Business de Johan Cruyff Institute, analiza los cambios que ha experimentado la dirección de la FIFA en los últimos años de mandatos.

“La FIFA de Joao Havelange fue expansionista, mientras que la FIFA de Joseph Blatter se caracterizó por su relación con los poderes políticos a nivel global. Con la FIFA 2.0, Infantino inicia su mandato como presidente intentando ser reconocido como la persona que cree un equilibrio en un mundo fitbolístico altamente diversificado. Con muchos más países – y gobiernos – involucrados, Infantino necesita concentrarse en satisfacer a todos. A pesar de que la mayor parte del capital del fútbol esté concentrado en cinco países europeos (Inglaterra, España, Alemania, Italia y Francia) que representan sólo el 2% de la Asamblea General de la FIFA ante la que el presidente responde en última instancia”.

Según Oliver Seitz, “la FIFA 2.0 es un claro ejemplo de esta situación, pero para llevar a cabo sus intenciones, Infantino necesita aumentar su influencia, salir de Suiza y estar más presente en todo el mundo, aumentar el número de empleados y comunicarse de una forma más directa con los aficionados. Bajo los mandatos de Havelange y Blatter, la FIFA llegó a más países. Con Infantino, tiene que potenciar y aumentar su influencia en todo aquello relacionado con el fútbol, desde conseguir más poder en la organización de sus eventos hasta diseñar estrategias para hacer frente al crecimiento de otros deportes. Infantino intenta satisfacer a todos los agentes relacionados con el futbol mundial, pero la organización es inmensa. Tiene por delante una ardua tarea”.