
Steve Johnson, co-director docente del programa ‘Liderar desde la autoconciencia’, destaca la interocepción y el realismo afectivo como dos conceptos clave que los futuros líderes deben comprender y adoptar como parte de su práctica del liderazgo
En el lugar de trabajo del futuro, las habilidades interpersonales se valorarán más que nunca, por lo que obtener una comprensión más profunda de nuestra composición evolutiva se está convirtiendo en una labor de liderazgo esencial. Familiarizarnos con nuestro mundo emocional no solo nos permite ser más auténticos, sino también más humanos.
La interocepción y el realismo afectivo son dos conceptos clave que los futuros líderes deben comprender y adoptar como parte de su práctica de liderazgo. La interocepción se refiere al proceso sensorial por el cual el sistema nervioso recibe, accede e interpreta señales procedentes del interior del cuerpo, proporcionando un flujo constante de información sobre el estado interno del cuerpo al cerebro y viceversa.
“Familiarizarnos con nuestro mundo emocional no solo nos permite ser más auténticos, sino también más humanos”
Consiste en la detección de sensaciones corporales internas tales como el hambre, la sed, la temperatura, el dolor y el ritmo cardíaco, lo que ayuda a las personas a comprender y sentir lo que ocurre dentro de su cuerpo. La interocepción desempeña un papel fundamental en nuestras experiencias emocionales y nuestra autoconciencia.
La forma en que una persona percibe e interpreta las señales corporales internas puede influir en los estados emocionales, el humor y los sentimientos subjetivos, contribuyendo a la formación de experiencias emocionales.
Nuestras señales interoceptivas son componentes integrales en la creación cerebral de nuestras experiencias emocionales. El cerebro interpreta la información interoceptiva basándose en experiencias pasadas, predicciones y el contexto actual para construir una respuesta emocional.
“Nuestras respuestas emocionales son decisivas para interpretar la realidad y, por consiguiente, nuestras interacciones y procesos de toma de decisiones”
El realismo afectivo, entendido como la interacción entre las emociones y las percepciones de la realidad, es pionero en los avances del liderazgo. Este enfoque innovador nos recuerda que nuestras respuestas emocionales son decisivas para interpretar la realidad y, por consiguiente, nuestras interacciones y procesos de toma de decisiones. El realismo afectivo es el camino para crear líderes empáticos y receptivos que estén en sintonía con las corrientes emocionales de sus equipos.
Nuestras emociones crean nuestras realidades colectivas
Los líderes que adoptan la interocepción y el realismo afectivo reconocen que sus emociones y las de los miembros de su equipo forman parte integrante de la creación de sus realidades colectivas y, en consecuencia, de las decisiones que toman.
Este enfoque mejora la eficacia del liderazgo al promover una comprensión más profunda y matizada de la dinámica del equipo. Los líderes que aprovechan el realismo afectivo pueden interpretar y responder mejor a los estados emocionales de los miembros de su equipo, fomentando un entorno de colaboración marcado por el respeto y la comprensión mutuos. Esta mayor conciencia emocional facilita conexiones más genuinas, creando una atmósfera de apoyo en la que se reconocen y tienen en cuenta los sentimientos individuales.
“Incorporar la interocepción y el realismo afectivo a la práctica del liderazgo no sólo mejora la capacidad de resolver problemas, sino también el estado de ánimo y la cohesión del equipo”
Incorporar la interocepción y el realismo afectivo a la práctica del liderazgo permite a los líderes formar equipos más resilientes y adaptables. Al reconocer e integrar diversas experiencias emocionales, los líderes pueden afrontar los retos con mayor eficacia, aprovechando la inteligencia emocional colectiva del equipo para dar con soluciones innovadoras. No sólo mejora la capacidad de resolver problemas, sino también el estado de ánimo y la cohesión del equipo.
Un cambio de paradigma
Sin embargo, integrar la interocepción y el realismo afectivo en el liderazgo requiere un cambio de paradigma. Los líderes deben estar dispuestos a profundizar en sus propias emociones y en las emociones que tienen en el desempeño de sus funciones, comprometiéndose activamente con sus sentimientos y los de los miembros de su equipo. Esto implica desarrollar un vocabulario emocional más profundo, crear espacios para el diálogo abierto sobre las emociones, fomentar la vulnerabilidad y desarrollar estrategias para abordar eficazmente las necesidades emocionales del equipo.
La interocepción y el realismo afectivo se erigen como una fuerza transformadora en el desarrollo del liderazgo. Subrayan el papel fundamental de las emociones en la configuración de nuestras percepciones e interacciones, y realzan la importancia de la inteligencia emocional en el liderazgo.
Al adoptar la interocepción y el realismo afectivo, los líderes pueden fomentar entornos más empáticos y emocionalmente conscientes, mejorando su capacidad para conectar con sus equipos e impulsar el éxito colectivo. En un mundo en el que cada vez se valora más el aspecto humano del liderazgo, el realismo afectivo emerge como un componente crítico en la evolución del liderazgo, orientando a los líderes hacia estilos de liderazgo más emocionalmente inteligentes e inclusivos.
Steve Johnson es director general de Wellbeing Science Institute y co-director docente de ‘Liderar desde la autoconciencia’, un programa que Johan Cruyff Institute y Wellbeing Science Institute impartirán conjuntamente a partir de febrero de 2024.
‘Liderar desde la autoconciencia’ es un innovador programa de liderazgo que se centra en áreas clave de la neurociencia moderna para ayudar a los líderes a desarrollar e integrar un conjunto de herramientas emocionales en su práctica del liderazgo.