¿Qué quieren ser de mayor los futbolistas profesionales?

Louis Saha, Iván Alonso, Christian Karembeu y Shabnam Mobarez reflexionan sobre el importante papel de la formación a la hora de asegurarse un futuro después del futbol, en una mesa redonda organizada por Johan Cruyff Institute en World Football Summit 2019

Ya hace tiempo que recorrieron por última vez el túnel de vestuarios para unirse al once en sus respectivos equipos. Christian Karembeu (48 años, 15 como jugador profesional), Louis Saha (41 años, 17 como profesional) e Iván Alonso (40 años, 19 como profesional) forman ya parte del legado que la industria del fútbol ha dejado a la sociedad. Siendo adolescentes tomaron la decisión de anteponer el fútbol a todo lo demás sin saber dónde les llevaría el camino y han sabido arreglárselas para iniciar una nueva senda en su vida de mucho mayor recorrido.

No fue fácil su punto de partida y tampoco lo ha sido el punto y seguido. Johan Cruyff Institute les reunió el pasado mes de septiembre en el World Football Summit de Madrid para reflexionar sobre el importante papel de la formación a la hora de asegurarse un futuro después del fútbol. Con ellos compartió debate Shabnam Mobarez (24 años), excapitana de la selección femenina de fútbol de Afganistán, ejemplo donde los haya en la industria del fútbol femenino, y una mujer acostumbrada, desde muy jovencita, a cuestionar las leyes e ir contracorriente. ¿Qué quieren ser de mayor los futbolistas profesionales? No es una pregunta que se plantee nadie muy a menudo, ni siquiera los propios implicados.

Rebecca Smith, Shabnam Mobarez, Louis Saha, Christian Karembeu e Iván Alonso, en el World Football Summit de Madrid.

Shabnam Mobarez: De la guerra de Afganistán a capitana de selección

Shabnam es una niña de la guerra de Afganistán, país del que huyeron sus padres cuando ella tenía siete años, con destino a Dinamarca. Empezó una nueva vida en Europa, como refugiada. La pequeña se sentía por primera vez libre de salir a la calle a jugar con otros niños del barrio, aunque las barreras culturales la llevaran a sentirse excluida por querer jugar a fútbol, un deporte de chicos. Persistió en su voluntad por seguir jugando y recibió una invitación para unirse a un club profesional, el Aalborg BK. En 2014 la querían para la selección nacional danesa, pero volvió a elegir el camino complicado: representar a su país, Afganistán, y desde ahí dar ejemplo y luchar por la igualdad y los derechos humanos.

Defendió la capitanía en la selección afgana de 2016 a 2018, hasta el momento en que los dirigentes de la federación pretendieron que firmara un contrato que iba en contra de sus principios. Shabnam cedió su brazalete a finales del año pasado. “Nos obligaban a firmar un contrato que no era aceptable para ninguna de nosotras, así que me negué junto con las otras chicas y básicamente nos expulsaron del equipo”, cuenta Shabnam.

Las autoridades afganas ordenaron el pasado mes de junio la detención del expresidente de la Federación de Fútbol de Afganistán (AFF), Keramuddin Karim, investigado por las acusaciones de abusos sexuales realizadas por varias jugadoras de la selección asiática, un día después de que la FIFA anunciase su suspensión a perpetuidad. Cuatro miembros más de la directiva habían sido también suspendidos de sus cargos en diciembre de 2018 por las mismas acusaciones.

“Ahora mismo me encuentro en un período oscuro de mi carrera, esperando a ver qué pasa, mientras pienso en mis opciones –reflexiona Shabnam-. Sé que el fútbol femenino no me dará sustento cuando cierre esta etapa y esté completamente retirada, así que tengo muy claro que necesito mis estudios. Estoy volviendo a la universidad y quizá retome mi carrera de medicina para poder graduarme y ver si puedo generar un cambio en los recursos médicos en Afganistán”.

Shabnam Mobarez, jugadora de fútbol y capitana de la selección nacional de Afganistán de 2016 a 2018.

Iván Alonso: De Uruguay al paraíso

Curiosamente, Iván Alonso también iba para médico hasta que los genes y la carrera de su padre cambiaron sus prioridades. El actual General Manager del Club Nacional de Football de Uruguay, forma parte de la estirpe de los Alonso, tres generaciones de futbolistas de la escuela uruguaya. Su padre Daniel le traspasó la pasión por el fútbol, pero también el ser consciente de la temporalidad de su profesión y la necesidad de no olvidar sus estudios. Su padre también llegó a profesional, a la selección uruguaya, a jugar en la Liga española y en México, pero una grave lesión de tobillo le retiró del fútbol con sólo 25 años. “Crecí en una familia trabajadora, en un barrio humilde, y tuve suerte de tener los padres que tuve porque me transmitieron valores y principios fundamentales para manejarme en la vida. Mi padre siempre me inculcó, tanto a mí como a mi hermano, que la educación era una herramienta fundamental en nuestro desarrollo”.

Así que Iván procuró hacerle caso. Primero los estudios y después el fútbol. “Terminé el bachillerato de medicina con 17 años y entonces le pedí a mis padres que quería dedicarme dos años a lo que era mi pasión, el fútbol”. A esos 2 años acabó por añadirse un cero más. Irrumpió como un ciclón en la Primera División de Uruguay y, a los 19 años, atravesaba por primera vez el charco para jugar en España, fichado por el Alavés. “Venía de un barrio humilde de casitas bajas y cuando llegué a Europa, ver torres de 40 pisos para mí fue algo extraordinario, fue como ir a Disney”, explica Iván con la ilusión en el recuerdo.

Y ahí, en Vitoria, con 19 años y todo un nuevo mundo por descubrir, fue cuando volvió a toparse con alguien preocupado de que siguiera tocando con los pies en el suelo. “Iba a quedarme solo en el hotel antes de mi presentación con el Alavés cuando vino a buscarme un jugador argentino, Hermes Desio, para llevarme a su casa porque consideraba que con 19 años no debía quedarme solo en un hotel. Me hizo un montón de preguntas y hubo una que me impactó: ¿Cuándo tenía previsto preparar mi retirada del fútbol? Me eché a reir, ‘dentro de 20 años ya veré lo que hago’, le solté. Y Hermes me dijo: Iván, ¿tienes una bola de cristal para saber cuándo te va a durar todo esto? Y era cierto. Yo tuve la suerte de jugar 22 años, pero tengo claro que el deporte y en este caso el fútbol puede ser para un rato, como le pasó a mi padre, pero la educación y la formación de una persona es para toda la vida”.

Iván Alonso, general manager de Club Nacional de Football y ex futbolista profesional.

Futbolistas profesionales en activo: sólo el 13% tiene formación superior

FIFPro, la Asociación Internacional de Futbolistas Profesionales, encargó en 2016 el primer informe sobre empleo en su colectivo, un estudio que la propia organización coordinó con jugadores de todo el mundo y cuyos resultados fueron analizados por la Universidad de Manchester. En el apartado educativo, la conclusión es demoledora: tan sólo el 13% de los futbolistas profesionales en activo que juegan en Europa tiene formación superior, frente al 53% de la población masculina de la UE, con los que compiten cuando optan a un puesto de trabajo acabada su carrera deportiva. En el caso del fútbol femenino, la diferencia no es tan amplia: el 46% de las futbolistas profesionales en activo estudian una carrera mientras están jugando.

“Nadie me ayudó a desarrollar mi segunda carrera – explica Louis Saha-. Me formaron como jugador de fútbol, pero yo tuve que responsabilizarme y tomar el control sobre lo que venía después”. Louis se retiró al final de la temporada 2012-13, como jugador de la Lazio, después de haberlo conseguido casi todo en el fútbol inglés. Jugó en el Newcastle United, Fulham, Manchester United, Everton, Tottenham Spur y Sunderland. Con el Manchester United ganó dos títulos de la Premiere League, una UEFA Champions League y una League Cup. También fue internacional con Francia en la UEFA Euro 2004 y la FIFA World Cup 2006. Diecisiete temporadas de fútbol al más alto nivel, 17 años “viviendo en una burbuja, hasta que hacia el final una serie de lesiones me hicieron reaccionar de golpe. Fue como un toque de atención que me hizo entender que esa vida no iba a durar para siempre”, dice el exjugador.

Louis Saha se revela como emprendedor

Louis Saha es ahora CEO y co-fundador de AxiStars, “una aplicación creada para proporcionar una red de apoyo a deportistas en activo o ya retirados que quieren trabajar con marcas como ‘influencers’ y no saben cómo hacerlo”. Louis responde al perfil de emprendedor. Creó esta plataforma después de tomarse un período de reflexión una vez retirado y de publicar el libro ‘Thinking Inside the box’, una recopilación de reflexiones sobre la vida, escrito por él mismo, a partir de confesiones de colegas de profesión como Alex Ferguson, Zinedine Zidane o Didier Drogba, entre muchos otros.

Louis Saha,  CEO y co-fundador de AxiStars, ex futbolista profesional.

“Durante nuestra carrera nos acostumbramos a no mostrar ninguna debilidad, no hablamos de ello. El libro me ayudó a ver muchas cosas, recopilé muchísima información y, una vez finalizado, ya estaba pensando en construir esta plataforma para llegar a mucha más gente. Quería ayudar a los jugadores a estar conectados, a compartir, a ver diferentes oportunidades, a tener esperanzas y a comprender la verdadera importancia de la educación. El 50% de las estrellas en nuestra industria se arruina cinco años después de retirarse; es una cifra impactante y no se reduce”, asegura Saha.

Christian Karembeu se decanta por el patrocinio digital

La ocupación actual de Christian Karembeu también está relacionada con el mundo del patrocinio. El que fue en su tiempo estrella del Real Madrid a finales de la década de los 90’, ha sabido también ocupar su tiempo desde que se retirara en 2005. El francés es consultor estratégico del Olympiacos, además de inversor y asesor de Sponsor.Online, una plataforma de patrocinio digital que empezó a operar a principios de 2019 y cuenta ya con más de 150 clubs de fútbol y 50 marcas.

«Mi padre era maestro, con lo que la educación era algo muy arraigado en mi familia y fui un afortunado por formar parte de ese entorno”, reconoce Karembeu. Nació y creció en Nueva Caledonia, en un hogar humilde. “Estudié español e inglés antes de trasladarme a Europa con 17 años y fue en Francia donde aprendí realmente no sólo a jugar a fútbol sino todo lo que suponía, el tiempo y la dedicación que precisaba la alta competición, la importancia de dormir y descansar bien, comprender todo el entorno, en definitiva, convertirme en un futbolista”.

Karembeu hizo su debut profesional con 20 años en las filas del FC Nantes, que le unió a su academia recién llegado de Oceanía para pulir su talento. “En Europa es mucho más fácil poder compaginar estudios con el fútbol a través de las academias, pero no es así en otros países -advierte Christian-. Considero que es una buena manera de formarles para cuando acabe su carrera deportiva”.

Christian Karembeu, consultor estratégico del Olympiacos, además de inversor y asesor de Sponsor.Online, ex futbolista profesional.

Iván Alonso no defiende la fuerza de la imposición. “Uno debe ser consciente de las cosas y elegirlas, pero a veces son necesarios los cambios drásticos. En mi país, para acceder a un trabajo te piden una formación básica. Y, ¿por qué no en el fútbol?, ¿Por qué para ser profesional del fútbol no se pide una formación académica?”, reflexiona el uruguayo. El Club Nacional de Football, del que es general manager, ya está dando una oportunidad a los suyos. El club uruguayo ofrece a sus jugadores y directivos la posibilidad de formarse en Johan Cruyff Institute gracias a la firma de un convenio de colaboración firmado este año.

Shabnam Mobarez era la única en esa mesa redonda que todavía no sabía si sus días en el fútbol han acabado. Pero está preparada para asumirlo cuando llegue el momento. Es madre de un bebé de cinco meses al que quiere educar con valores que ella ha aprendido con mucha crueldad. “Creo que es muy importante tener modelos a los que seguir y no perder nunca nuestra identidad por mucho que hayamos conseguido en el deporte. Al final, cuando esa carrera acaba y volvemos a casa, quiénes somos es lo más importante. Hay que hablar, buscar soluciones y ayudar a los deportistas para que no se colapsen cuando acaban sus increíbles carreras”.